Cuaderno de vinácora, primera semana de diciembre

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Hoy, como todo mortal viviente, me levanto con las Estrellas Michelín y los estrellados que no la han conseguido, aunque durante toda la noche esperaron que en el certamen celebrado en Tenerife sonara su nombre o el de su restaurante. Entre los ganadores habría que destacar a Ángel León del restaurante Aponiente en el Puerto de Santa María (Cádiz) y  a Jordi Cruz del restaurante AbaC de Barcelona porque son los que han llegado al paraíso terrenal de la gastronomía y han conseguido la tercera estrella, uniéndose al olimpo de los mejores chef del mundo. No obstante, mis pensamientos más intensos se dirigen a los ‘estrellados’. Aquellos, que se postulaban en conseguir una estrellita y al final no lo consiguieron. A ellos, quisiera dedicarles unos renglones no perdidos, sino encontrados en ese rincón de los agradecimientos, que todos tenemos en una parte de nuestro cerebro.

Quisiera decirles, que gracias a ellos también nuestra gastronomía forma parte importantísima del turismo gastronómico, que tantos ingresos genera a la economía española. Gracias a ellos nuestra gastronomía se encuentra entre las mejores del mundo y que gracias a ellos muchos y muchos jóvenes y no tanto se ilusionan por el mundo de la hostelería, pilar fundamental en la generación de puestos de trabajo.

Los ‘estrellados’ forman parte de la ilusión permanente por innovar, preservar, imaginar, evolucionar y mantener las tradiciones culinarias de nuestra querida España y para todos ellos tenemos que tener una gratitud eterna. Para nuestras estrellas Michelín quisiera agradecerles el inmenso esfuerzo y dedicación que durante todo un año han tenido que hacer para mantener e incluso para ganar alguna más, pero como para ellos es la gloria y millones de letras que se verterán en muchos artículos, hoy quería dedicarlo a los ‘estrellados’.

Una vez reseñada esta breve reflexión toca coger el petate porque me espera una cata de los vinos de Bodegas Artadi (Rioja, Navarra y Alicante), mañana de los vinos de Lauren Rosillo y pasado mañana de Alvear y de Bodegas Palacio Quemado en Estremadura. Entre media toca catar otros vinos y de todos ellos quisiera destacar los siguientes:

– Dominio de Tares Godello 2016, D.O. Bierzo
– Conde de la Salceda reserva 2011, D.O. Ca Rioja
– Bobal de Sanjuan rosado 2016, D.O. Utiel Requena
– Quinta Clarisa rosado 2014, Vinos de la Tierra de Castilla León
– Llopart Viti bl. 2016, D.O. Penedés

Fuentes del Silencio Cepas Viejas 2015, Vinos de la Tierra de Castilla LeónFUENTES DEL SILENCIO CEPAS VIEJAS 2015

Vinos de la Tierra de Castilla León
Variedad de uva: 60% Mencía, 20% Prieto Picudo y 20% Garnacha
Bodega Fuentes del Silencio
Precio orientativo: 24 euros

Nos encontramos ante una bodega que aúna una serie de características que hacen que sus vinos adquieran una cierta diferenciación. Por un lado, un viñedo situado a más de 800 metros de altitud, a ambos lados del río Jamuz y soportando una climatología de gran amplitud térmica entre la noche y el día. Por otro lado, un equipo muy solvente de enólogos como es Raúl Pérez y Marta Ramas, junto a una familia Miguel Ángel Alonso y María José Galera, que desde el primer momento han sabido lo que querían. Recuperar una tradición vitivinícola de hace muchísimos años y un vino de mucha calidad, como se demuestra con este Fuentes del Silencio Cepas Viejas 2015.

Estamos ante un joven proyecto que dará mucho de qué hablar y tenemos que estar atentos a las siguientes añadas.

Naranjas Azules Garnacha 2016, Vinos de la Tierra de Castilla LeónNARANJAS AZULES GARNACHA ROSADO 2016

Vinos de la Tierra de Castilla León
Variedad de uva: 100% Garnacha
Bodega Soto y Manrique
Precio orientativo: 10 euros

 

Nos encontramos frente a una bodega familiar orquestado por Jesús María Soto en donde elabora vinos a partir de las 5 hectáreas en propiedad plantadas en el año 1990.

Naranjas Azules garnacha 2016 tiene un color rosa pálido muy refrescante, como el vino que interpreta. Nosotros lo disfrutamos con ciertos platos de la cocina japonesa.

Bodegas Soto y Manrique son de esas bodegas con un componente de ilusión por parte de sus fundadores que siempre se merecen una consideración y respeto. El tiempo los posicionará en el mercado y disfrutarán de un nicho de demandantes cada vez mayor.

CB Fino Alvear, D.O. Montilla MorilesALVEAR FINO CB

D. O. Montilla Moriles
Variedad de uva: 100% Pedro Ximénez
Bodegas Alvear
Precio orientativo: 6 euros

 

Siempre que cato estos vinos cordobeses se me viene a la memoria la cantinela de siempre: “Si estos vinos vinieran de Francia su valor se multiplicaría por al menos 10 veces de lo que vale”. Estamos ante un vino con 200 años de historia y que da nombre al capataz que antaño firmaba con su nombre aquellas botas del fino de crianza, que más le impresionaba. Un vino punzante, sabroso y con cierta intensidad, que invita a la tertulia, el buen jamón y a los buenos aperitivos y tapas.

Dicen que es el embajador de la bodega, personalmente creo que forma parte de los grandes embajadores de los vinos andaluces.

Freixenet Garnacha Subirat Parent 2015, D.O. CavaFREIXENET GARNATXA, SUBIRAT PARENT 2015

D. O. Cava
Variedad de uva: Subirat Parent y Garnacha
Bodegas Freixenet
Precio orientativo: 12 euros

Nueva creación de Freixenet y la primera vez que utiliza la variedad garnacha para la elaboración de un cava blanco, que no rosado. Un ‘Blanc de noir’, junto con la variedad Subirat Patent excelente, con mucha personalidad en nariz, goloso y potente en boca. Un cava perfecto para complementar cualquier plato, sea carnes rojas, blancas, pescados y guisos.

Con este cava, Freixenet completa todo el abanico para elaboraciones con todas las variedades de uva autorizadas para elaborar cavas.

Albret Garnacha 2015, D.O. NavarraALBRET GARNACHA 2015

D. O. Navarra
Variedad de uva: 100% Garnacha
Bodegas Finca Albret
Precio orientativo: 5, 5 euros

Lo primero que me impactó de este vino es su más que sobresaliente relación calidad-precio. Un vino de estas características y a ese precio solo se da en España y que luego digan que los grandes vinos no están al alcance de muchos bolsillos.

Albret Garnacha 2015, tan solo lleva 4 meses en barrica demostrando el vigor del terroir, en donde se asienta las cepas, que dan honor a este vino y que luego la maestría de su enólogo, junto a una acertada elección de barricas, lo terminan de pulir o redondear. Un vino para tenerlo en casa y disfrutarlo habitualmente.

R.G.Q.

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