Cuaderno de vinácora, segunda semana de septiembre 2018

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Nerviosismo es lo que a día de hoy se encuentra los viticultores de Utiel Requena. La vendimia lleva bastante retraso, zonas afectadas por una fuerte granizada y las últimas lluvias no ayudan para nada. Si el tiempo amaina en los próximos días y el sol colabora, la cosa puede cambiar, pero en estos momentos toca invocar a los santos espíritus y al Dios Sol para que vengan y echen un cable. Por contra, en otras partes de España la cosa va viento en popa, o al menos eso es lo que nos dicen. Recientemente la D.O. Toro manifestaba que las ventas habían subido en el primer semestre un 18% frente al mismo semestre del año anterior. Todos contentos y felices, algo que me alegro muchísimo porque siempre me ha gustado descorchar alguno de sus vinos. Tanto aquellos alcohólicos, sedosos y fuertemente estructurados de los años 90 del siglo pasado, como los “nuevos” Toros basados en los conceptos marcados por la llegada a principios de siglo de grandes grupos bodegueros.

Los vinos de Toro vienen marcados por ciertos elementos que les han acompañado a lo largo de su vida y otros que han surgido por el devenir del tiempo. ¿Sabían ustedes que la D.O. Toro nació en el año 1933?. La guerra civil española marcó un paréntesis que terminó en 1988 con la vuelta de la denominación de origen. No obstante, durante todos estos años se seguía elaborando vino y en la misma tierra. Un suelo arenoso a una altura media de 700 metros, razón por la que la filoxera apenas pasó por el lugar y por tanto, podemos encontrar viñedos de más de 100 años. La baja pluviometría y una uva, la Tinta Toro, que aunque genéticamente es igual a la Tempranillo de la Ribera del Duero, lo cierto es que morfológicamente no lo es. Uvas más pequeñas y hollejos más gruesos y de bajísima producción. Entre 3500/4000 Kilos por hectárea definen bien a Toro.

Es curioso, que siempre se ha considerado a Toro como la “bella durmiente”. Hace falta un príncipe azul, que despierte a esta denominación de origen y la eleve a los altares de las grandes comarcas vitivinícolas del mundo. Es verdad, que ese príncipe azul apareció en su día en forma de critico de vino, cuando el norteamericano Robert Parker, quién elevó la Tinta de Toro y los vinos Numanthia y Thermantia para que cohabitaran con los mejores vinos del mundo. Eso animó la llegada de nuevos bodegueros y nuevas ideas, que han contribuído al resurgir de los vinos de Toro.

Me comentaba un importante enólogo del lugar que antes se vendimiaba a partir del 12 de Octubre, coincidiendo con el Pilar. De ahí esos vinos con mucho cuerpo, estructura y grado alcohólico, que enamoraron a Robert Parker. Ahora se vendimia a partir del 15 de septiembre, según postulan “los nuevos” y aunque la uva se mantiene igual que antes, ahora la fruta, la golosidad y un vino mucho más redondo marcan la pauta de los nuevos Toro.

Soñemos, que otro Príncipe Azul se enamore de nuevo y ya definitivamente, demos la bienvenida a esos grandes vinos, que solo en esta comarca vitivinícola se pueden elaborar y que ya definitivamente se sitúe entre los grandes del mundo. Desde luego calidad les sobra, ahora les falta un poco de reconocimiento.

Dicho esto, y concentrado en el Duero International Wine Fest, esta semana hemos catado pocos vinos, por lo que tan solo destacaremos cinco de ellos:

 

MUGA rosado 2017

D.O.Ca Rioja

Variedad de uva: 60% Garnacha, 30% Viura y 10% Tempranillo

Bodega Muga

Precio orientativo: 9 euros

Cuando se habla de un vino de Muga, una bodega de las más antiguas de la D.O.Ca Rioja, en el Barrio de la Estación de Haro, rápidamente se visualizan sus grandes vinos tintos y se dejan apartadas otras categorías como pudieran ser sus rosados o blancos. Algo así, como el hermano del famoso, que tiene la misma profesión.

Muga rosado 2017 tiene su propia personalidad, como unas cualidades, que resultan gratamente palpables, hasta sorprendentes en algunas de sus facetas.

Su color asalmonado es muy atractivo y no nos equivoquemos, no es piel de cebolla, como los de la Côte de la Provence, ahora de moda.

Fermentado en depósitos de madera de 2.000 litros en los que más o menos permanece unos dos meses le da una untuosidad muy agradable. Es equilibrado, su acidez está presente, pero perfectamente acompasada con la fruta, que persiste siempre, hasta en el punto final de boca.

Con estos atributos, estamos ante un excelente vino, a un precio muy ajustado y versátil a la hora de definir su maridaje con cualquier plato.

 

SONSIERRA Tempranillo Blanco 2017

D.O.Ca Rioja

Variedad de uva: 100% Tempranillo Blanco

Bodega Sonsierra

Precio orientativo: 6 euros

Hay dos aspectos interesantes de constatar. Uno se refiere a la bodega, que se encuentra en un lugar privilegiado de la Rioja Alta como es San Vicente de la Sonsierra, y no digamos sus viñedos. Una bodega, además, que lleva años realizando un esfuerzo en posicionarse entre las grandes referencias de la D.O.Ca Rioja. La calidad de sus vinos es incuestionable y las botellas están muy bien vestidas.

Por otro lado y ya acercándonos a este vino, nos hallamos ante una variedad de uva única en el mundo y que solo se produce en La Rioja. Año tras año hay que reconocer que van saliendo estos maravillosos monovarietales, del que nos llena de alegría.

Sonsierra Tempranillo Blanco 2017 tiene volúmen, frescura y aroma. Un vino blanco muy atractivo, que en este comienzo otoñal invita a disfrutarlo.

 

KÜDAW PACÍFICO Sauvignon Blanc 2016

Valle de Casablanca (Chile)

Variedad de uva: 100% Sauvignon Blanc

Precio orientativo: 9 euros

Antes del vino hay que referirse un poco al grupo Vintae, promotor de este trabajo en Chile y en donde uno de sus socios Jon Obilonovich ha tenido una importante participación.

Viendo estas tierras cercanas al Océano Pacífico hay que reconocer, que al menos el legado de la viticultura por los españoles siglos atrás ha servido para reencontrarnos con esa cultura y unos vinos mágicos. Ahora, Chile es un importante competidor en la comercialización de vinos en el mundo, pero cuando disfrutas de este Küdaw Pacífico Sauvignon Blanc 2016, te das cuenta de la tremenda calidad, que se produce allí. Un vino fresco, con cierta mineralidad y un recuerdo salino inspirador, que invita al trago largo.

Más que comentar este vino les recomiendo que lo busquen y lo prueben. Les ilusionará mucho.

FREIXENET Ice Rosé

D.O. Cava

Variedad de uva: Pinot Noir, Garnacha, Chardonnay

Bodega Freixenet

Precio orientativo: 8 euros

De todas las propuestas que las bodegas han ofrecido para cautivar a las generaciones más jóvenes como los frizzantes, desalcoholizados, vermuth, etc., Freixenet Ice Rosé es la que más me ha gustado, ya que también es válido para los amantes del vino.

La bodega recomienda disfrutarlo en copa de balón y mucho hielo, asi como, con todos los ingenios que salgan de la mente de un bartender. Personalmente, antes de cualquier invento, pude catar este cava semiseco afrutado y muy fresco, que resultaba muy divertido, luego con un poquito de zumo concentrado de arándanos y unas piezas de frambuesa. Pues eso… Inspirador.

 

BELLATERRA 2015

D.O. Penedés

Variedad de uva: 100% Merlot

Bodega Familia Torres

Precio orientativo: 15 euros

La Merlot es una variedad de uva, que proviene de Burdeos y en donde la Familia Torres hace un poco más de 25 años la expandió en sus fincas del Penedés. Bellaterra 2015 es un homenaje a esta bella comarca catalana, tan arraigada a los Torres, como a la interpretación de una variedad ya tan extendida en todo el territorio español.

Bellaterra 2015 es un tinto que antes de su comercialización se redondeó pasando 6 meses en barrica. Típico concepto roble, como asi lo definen en otras denominaciones de origen. Un vino fino, agradable, facil de comprender, con un delicado amargor, que apenas se percibe y que gusta mucho. Como siempre, un acierto más de la Familia Torres.

 

R.G.Q.

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