Cada vez que visito esta bodega situada en el Barrio de la Estación (Haro), en pleno corazón del origen de esta comarca vitivinícola, siempre me produce una sensación de respeto y admiración por varios motivos. La primera porque de aquí, de este barrio, nació lo que hoy es la D.O. Rioja y que tanta fama mundial ha cosechado durante estas últimas décadas. Por otro lado siento admiración porque tras el paso del tiempo en Bodegas Bilbaínas ha perdurado la innovación y modernidad junto a los valores clásicos, que le han dado fama.

La empresa misma se siente orgullosa de su pasado y así lo reflejan en todas sus campañas de comunicación, pero al mismo tiempo han sabido adaptarse a las nuevas tendencias elaborando también vinos rabiosamente modernos, pero siempre con la elegancia y personalidad que exigen los grandes vinos. Así pasamos de unos maravillosos “clásicos” de Viña Pomal a la modernidad de la gama de La Vicalanda manteniendo a Zaco como una alternativa más moderada y riojana.

Bodegas Riojanas fue una de las bodegas creadas por productores franceses, que huyeron de Burdeos a raíz de la filoxera por el año 1859. Posteriormente un grupo de empresarios bilbaínos compraron la bodega constituyéndose la sociedad Bodegas Bilbaínas en 1901.

Desde el inicio destacaron por ser vinos de finca y para ello apostaron por adquirir viñedos y con ellos ampliar sus elaboraciones, pero siempre con este concepto. Con la llegada en 1997 del Grupo Codorníu en el accionariado llegó también la modernidad tanto en las instalaciones como en el campo, así como el respeto y puesta en valor de todo lo que se había hecho hasta entonces.

Vinos de diferentes estilos y tendencias, que hacen de Bodegas Bilbaínas una de las grandes referencias mundiales en el mundo del vino. Ellos son propietarios del mayor viñedo de La Rioja Alta. Concretamente 250 hectáreas. También ellos han sido capaces de conjugar diversas generaciones alrededor de una bodega. Viña Pomal, el clásico de siempre, pero ojo con muchos matices adaptados a las nuevas tendencias y la modernidad con La Vicalanda para aquellos más atrevidos, que buscan romper de alguna manera con lo anterior. No obstante, ambos se funden en lo más alto de lo que representa La Rioja.

El Grupo Codorníu, actual propietario de esta bodeg,a ha hecho un trabajo más que sobresaliente y esto hay que reconocerlo y agradecerlo.

Espero seguir visitando esta bodega. Sus calados, su historia, que te envuelve nada más pisar los jardines frontales; la estación en la parte trasera y, por supuesto, sus excelentes vinos. En su conjunto la convierten en una visita obligatoria para aquellos que amamos los vinos.

Bodegas Bilbaínas
C/ Estación nº 3
26200 Haro (La Rioja)

R.G.Q.

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