Seis años después, el resultado fue tan positivo, que se decidió embotellarlo naciendo La Fillaboa 1898. Hablamos pues, de un vino de añada con una historia detrás.
En 1898, uno de los primeros albariños de nuestros viñedos de Bodegas Fillaboa, bajo el nombre de ‘Vinos del Condado de la Fillaboa’ cruzó el océano Atlántico a bordo de un velero con destino Cuba. Ahora con este nuevo vino se pretende rendir un homenaje a este viaje ya centenario.